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Educación

Casi todo el tiempo de mi juventud me crié sin mi padre que estuvo fuera de España en otro país. Desde el año 1535 pasaba el tiempo junto con mi hermana María en la corte de mi madre Isabela. Mi vida era muy despreocupada - cuando tenía 7 años, todavía no sabía ni escribir, ni leer. Especialmente para mí prepararon un libro para estudiar las letras y otro de gramática castellana. El año 1539 fue muy difícil y triste porque murió mi madre Isabela. Como su hijo tuve que presidir un cortejo fúnebre. El camino de Toledo hasta el sepulcro en Granada fue muy largo. Recuerdo el calor de ese dia y el olor del cadáver de mi madre.

Fin de finales me eligieron mi primer profesor-eclesiástico Juan Martínez de Siliceo. Me enseñó un poco de latín pero fue muy indulgente y por eso mi padre le destituyó . En el futuro se volvió mi confesor. Desde el año 1541 mis nuevos profesores fueron Cristóbal Calvete de Estella (de latín y lengua helénica), Honorato Juan (de matemáticas y arquitectura), Juan Ginés de Sepúlveda (de geografía e historia). Conmigo estudiaron otros 50 hijos de la nobleza española.


Mi corte aumentaba y mi padre nombró a Don de Zuniga mi profesor de educación física y modales. Era muy severo y eso no me gustaba. Pero gracias a él me volví maestro en esconder las emociones, y la gente me evaluó como una persona fuerte y me respetó.

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